¿Qué Dice la Biblia Sobre El Matrimonio Gay?


El año pasado, Dios me bendijo con uno de los días más felices de mi vida cuando me casé con mi increíble esposo frente a su familia y nuestros amigos. Su padre es católico, pero aún así estaba feliz de apoyarnos y celebrar con nosotros. Sin embargo, mis padres pentecostales no estuvieron allí. Tristemente, Dios no ha abierto sus ojos a la verdad sobre la homosexualidad en la Biblia. Todavía creen lo que parecen decir algunos versículos, todos mal traducidos o sacados de contexto, al respecto. Entonces, ¿qué dice la Biblia sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo?

Uno de los versículos más comúnmente utilizados en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo se encuentra en Efesios 5:31:

Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo.

Es correcto que la Biblia habla de un esposo (hombre) y una esposa (mujer); sin embargo, eso se debe a que los matrimonios entre personas del mismo sexo no eran algo generalizado en los tiempos bíblicos, por lo que el mensaje sobre lo que es el matrimonio tendría más sentido para los lectores cuando se explicara de la manera que les resultara familiar. Los versículos que hablan sobre el matrimonio no hablan en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que se centran en cómo una pareja casada debería honrarse, respetarse, cuidarse, amarse, etc. En esencia, Pablo está enseñando que el matrimonio en la tierra debería ser como el matrimonio entre Cristo y su iglesia. Esto es muy claro justo en el siguiente versículo, el versículo 32:

Esto es un misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia.

Curiosamente, Efesios 5 no solo se ha vuelto controvertido en lo que respecta al matrimonio entre personas del mismo sexo, sino también en cuanto al feminismo y la igualdad. Los versículos 22–24 dicen lo siguiente:

22 Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. 23 Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él su Salvador. 24 Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo.

Nuevamente, sacados de contexto, estos versículos podrían usarse para abogar en contra de la igualdad y el feminismo, pero eso no es de lo que Pablo está hablando, al igual que no está hablando sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo. Los versículos 22 y 23 indican que las esposas deben estar sujetas a sus esposos, pero el versículo 21 dice algo diferente:

Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo.

Entonces, ¿la Biblia se contradice de un versículo a otro? No. Una vez más, Efesios 5 es una parábola que ilustra que los matrimonios en la tierra deberían reflejar el matrimonio de Jesús con su iglesia. Qué interesante que el matrimonio de Jesús con su iglesia no sea un matrimonio entre un hombre y una mujer. Eso se debe a que el matrimonio no es exclusivo de parejas heterosexuales. Si ese fuera el caso, y si los géneros fueran fundamentales para la institución del matrimonio, la Biblia lo diría claramente. En cambio, tenemos versículos como Gálatas 3:28, que nos dice que hombres y mujeres son uno solo en Jesucristo:

Ya no hay judío ni no judío, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.

Pablo mismo desafía los roles de género en dos versículos, hablando de sí mismo como una madre. Aquí está Gálatas 4:19:

Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes,

Y aquí está 1 Tesalonicenses 2:7–8:

...fuimos como una madre que alimenta y cuida a sus propios hijos.

Otro ejemplo de que el género no es un factor se encuentra en Gálatas 3:26:

Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

Realmente no podemos verlo en nuestras traducciones inexactas (eso no es sorpresa), pero la palabra griega usada para "hijos" aquí es "hijos (hombres)," aunque se refiere tanto a hombres como a mujeres. La palabra "hijos" es importante, ya que declara que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, especialmente en cuanto a la herencia.

Todo esto es para mostrar que el punto que Pablo estaba haciendo en Efesios 5 no es que el matrimonio sea entre un hombre y una mujer, sino que el matrimonio en la tierra debería reflejar el matrimonio de Jesús con su iglesia. Es un pacto construido sobre el amor, el sacrificio, el cuidado... todo lo cual es posible entre dos hombres o dos mujeres.

Ahora que está establecido que el matrimonio no es exclusivo de parejas heterosexuales, es importante darse cuenta de que en ninguna parte la Biblia condena el matrimonio entre personas del mismo sexo porque no hay razón para condenarlo. Y los versículos que la mayoría de las personas creen que condenan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo nunca se refieren al sexo entre hombres casados, amorosos, y monógamos, sino al adulterio, la violación, el incesto, o la pederastia, ninguno de los cuales pertenece a un matrimonio cristiano y amoroso.

Hay cosas claras que la Biblia dice sobre la institución del matrimonio. La primera es que Dios no desea que estemos solos, como está escrito en Génesis 2:18:

«No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada».

Entonces, Dios procedió a crear a Eva para Adán. Sí, no creó a "Esteban," pero eso fue porque quería que Adán y Eva fueran fecundos y se multiplicaran (tuvieran hijos). Algunos cristianos usan esto para decir que el matrimonio debería ser únicamente entre un hombre y una mujer porque sólo el sexo heterosexual puede resultar en hijos; sin embargo, esto no significa que las parejas que no pueden procrear no deberían casarse (por ejemplo, Abraham y Sara, y Elcaná y Ana). Además, al hablar sobre las causas del divorcio en Mateo, Jesús no mencionó la infertilidad como una de ellas porque la procreación simplemente no es un requisito para tener un matrimonio cristiano. Por último, podemos ser padres espirituales a través del evangelio, así como Pablo fue un padre espiritual para Timoteo, Tito y muchos otros (ver 1 Corintios 4:15 y Gálatas 4:19).

Algo más que aprendemos de Pablo mismo es que, dado que el adulterio es un pecado, es mejor para los cristianos casarse que "arder en pasión":

A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión. (1 Corintios 7:8–9)

Como hombres gays, tener sexo con una mujer sería antinatural, pero tener sexo con un hombre fuera del matrimonio sería un pecado. Por lo tanto, si Dios no nos ha dado el don de la celibacidad (no se da a todos, según el versículo 7), sería mejor para nosotros casarnos que cometer adulterio. Nuestro matrimonio sólo podría ser con otro hombre.

En conclusión, Pablo no está hablando en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo, sino que está dibujando un cuadro de cómo debería ser un matrimonio, que es como el matrimonio entre Cristo y su iglesia. Si Dios te ha bendecido con un compañero con el que deseas casarte, la buena noticia es que hay muchas iglesias afirmativas que también han sido bendecidas con la comprensión de lo que es el matrimonio. Puedes encontrar una lista aquí y aquí (el segundo enlace es solo para EE. UU. y Canadá).

¡Que Dios te bendiga con un matrimonio amoroso, cariñoso, y duradero! Amén.